Al bordillo de mi puerta
principal, está abierta
sentada en la ventana
viendo el sol marchar
Oyendo las canciones
que me hagan llorar
viendo una sombra
con rosas de cristal
Besos de regalo para un triste adios
y abrazos escondidos en un te quiero, que yo
mirando el horizonte digo una y otra vez,
esperando que aparezcas que me lleves al Edén
Y el azul claro
que cuelga de tu capa
que vuela con el viento
se mueve a su compás
Y ojos que con cariño
miran a la chica, la
más feliz del mundo
la que quiere que estés tú
Llamada de aviso, despierta el sueño,
el sueño profundo, con te quieros inauditos
de un personaje que existe
pero que nunca estará conmigo.
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